NUEVA YORK.- Era sábado a la noche y detrás de la fachada llena de grafitis de Atelier Jolie, su espacio creativo y galería en el centro de la ciudad, Angelina Jolie estaba conversando con la artista Shirin Neshat.
Los temas fueron complejos: la difícil situación de los refugiados, los derechos de las mujeres, cómo encontrarle sentido al exilio; el valor del arte en todo esto.
Jolie, etérea con un vestido color crema y una capa bordada, se mostró amable.
“Estoy tan feliz de estar con todos ustedes”, dijo a los aproximadamente 50 invitados, añadiendo que buscaba la comunidad para “seguir intentando encontrar maneras de ayudar”.
Para ella, ser artista era una forma de comunicación: “Quiero saber si sienten el mismo dolor”..